Los anuncios publicitarios buscan llegar rápidamente a nuestra memoria, y el método más efectivo suele ser el más original. El «marketing sensorial» se basa en esta idea. Son piezas especiales que no solo se ven, sino que también se pueden oler y tocar. Los creativos estimulan todos nuestros sentidos con el objetivo de vender una idea.
¿Cómo se promociona Australia? A través de una campaña publicitaria que incluye imágenes hiperrealistas, tan cercanas y detalladas que casi se pueden tocar. Esto es lo que busca la publicidad actual: generar emociones que vayan más allá de la vista para que el mensaje llegue de manera más efectiva. Por esta razón, los creativos se valen de todos nuestros sentidos, los cinco.
En varios supermercados de Singapur, los clientes pueden experimentar el anuncio. Pueden escribir un mensaje que luego se imprime en una tableta de chocolate. Esto va más allá de un simple detalle; es toda una estrategia de marketing sensorial que se puede tocar y degustar.
Para promocionar un nuevo sabor de una bebida, impregnaron el aroma en la página de una revista que comercializaron, y esta página era comestible. ¿Por qué? Porque en términos de eficiencia: de todos los anuncios que vemos a lo largo del día, solo recordamos el 5%, pero recordamos el 35% de los que olemos. Los aromas se adhieren mejor a la memoria, y las marcas han comenzado a aprovechar esta tendencia.
En Madrid, algunas tiendas ya cuentan con fragancias exclusivas de su marca. Esta estrategia busca la fidelización del cliente y asegurarse de que recuerden la marca a través de un aroma distintivo, que también se incluye en forma de bolsa en todos los pedidos en línea.
Podemos recordar hasta 10,000 aromas diferentes, pero algunos son inconfundibles. Esto quedó demostrado en Londres, donde, con el propósito de promocionar una marca de patatas congeladas, instalaron un dispositivo en plena calle que emitía el aroma recién preparado del producto.